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La noche llego y Donald tenia como siempre una noche de ocio con su computador portatil encendido.

Mientras se acariciaba la barbilla descuidada y movia su cabeza de un lado a otro de una forma graciosa, sentia a su lado aquel viejo libro de derecho que su padre habia pedido prestado para aquellos tiempos en que donald ingresaba a la universidad. El libro nunca fue devuelto y ahora era mas un papiro que un libro en si, eso si, guardaba un conocimiento inmenso y era muy cotizado.

Delante del libro estaba un vaso mitad vacio,mitad lleno de agua y detras otro monton de libros de especialidad.

Esa noche Donald se preguntaba que buscar en el internet mientras recibia y mandaba pequeños clips de sonido con su amigo John, quien tambien tenia una noche de ocio.

Por momentos Donald dirigia su mirada sigilsosa a unas cuantas monedas situadas en su viejo y legendario libro de derecho

Ire o no al 7 eleven - pensaba constantemente -

Mmmm Mejor no

El dilema de Donald era referido a una carencia de liquido vital para poder degustar los panes que su madre le habia mandado en su reciente visita al hogar, el liquido era una botella de leche fresca.

De repente en la habitación contigua se escucho una tonada que le resulto familiar y provenia de su televisor.

A chinga, es esa..... - comento mientras contenia la respiración -

Despues de ver 73 segundos aquella pelicula, repitio lo que escucho y se dirigio rapidamente a su computador a teclarlos

Heee...rb...Al...beee..rt - Susurro -

Dio un apreton a la tecla enter, lleno de determinación y esperanza, sus ojos observaban casi fuera de su orbita aquel monitor.

Aver, veamos que onda, ojala que si sea - penso -

lo que siguio fueron quizas 2 o 3 horas de ver y escuchar el mismo video, una y otra vez. Hasta que quedo derrumbado sobre aquella mesa vieja de plastico y revivio por obra y gracia del espiritu santo y se traslado a su cama.

Mañana, la pasare al ipod - penso en su mente llena confusión y mucho pero mucho sueño -